Si eres parte del régimen del monotributo, mantener una contabilidad ordenada es esencial para cumplir con tus obligaciones tributarias de manera efectiva. Aquí te presentamos algunos consejos para lograrlo:
- Control de Facturación: Lleva un registro detallado de todas las facturas emitidas durante los últimos 12 meses. Actualiza esta información mensualmente para que puedas compararla con las escalas del monotributo y determinar si estás en la categoría correcta.
- Comparación de Ventas: Utiliza los datos de ventas de los últimos 12 meses para verificar si superas el límite máximo de ingresos permitido para tu categoría. Si es así, prepárate para la recategorización correspondiente en el próximo período fiscal.
- Evitar la Exclusión: Recuerda que, independientemente de tu categoría, debes controlar que tus ingresos totales no superen el máximo permitido por el régimen del monotributo. Ser excluido implica no poder volver a ingresar al sistema por tres años.
- Coherencia en Compras y Ventas: Asegúrate de que el monto de tus compras no supere tus ventas. Cualquier discrepancia entre los fondos que ingresan y los gastos puede levantar sospechas y generar problemas con la AFIP.
- Facturación Electrónica: Para mayor transparencia, siempre emite facturas por las ventas realizadas a través de transferencias bancarias o billeteras virtuales. Los organismos financieros informan a la AFIP sobre estos movimientos, por lo que es crucial que estén respaldados por documentación adecuada.
Mantener una contabilidad precisa y cumplir con las regulaciones del monotributo te ayudará a evitar sanciones y problemas fiscales en el futuro. ¡Sigue estos consejos y mantén tu negocio en orden!
